Steve Jobs
Primeros años
Steve Jobs nació en San Francisco (California) en el año 1955, fruto de la relación entre Abdulfattah Jandali, un inmigrante sirio
musulmán, y Joanne Carole Schieble, una estadounidense de ascendencia
suiza y alemana, dos jóvenes estudiantes universitarios que lo
entregarían en adopción a una pareja de clase media, Paul y Clara Jobs
(Hagopian) de origen armenio. Sus padres biológicos se casarían luego y tendrían otra hija, la novelista Mona Simpson, a quien Steve no conocería hasta la edad adulta.
En el seno de la nueva familia Steve creció junto a su otra hermana,
Patty. Su padre, Paul Jobs, era maquinista para la compañía estatal de
transporte ferroviario y su madre ama de casa.
En 1961 la familia se trasladó a Mountain View, una ciudad al sur de Palo Alto que empezaba a convertirse en un centro importante de la industria de la electrónica. Allí asistió a la escuela primaria Cupertino Middle School y a la secundaria Homestead H.S., también en Cupertino.A Jobs le interesaban bastante la electrónica y los gadgets, razón que le llevó a unirse a un club llamado Hewlett-Packard Explorer Club, donde ingenieros de Hewlett-Packard mostraban a los jóvenes sus nuevos productos. Fue allí donde Steve vio su primera computadora, a la edad de 12 años.Quedó tan impresionado que supo de inmediato que él quería trabajar con computadores.
Ya en la secundaria asiste a charlas de Hewlett-Packard. En una ocasión, Steve preguntó al por entonces presidente de la compañía, William Hewlett,
sobre algunas partes que necesitaba para completar un proyecto de
clase. William quedó tan impresionado que se las proporcionó y le
ofreció realizar unas prácticas de verano en su compañía. Steve sería luego contratado como empleado veraniego, coincidiendo allí con Steve Wozniak por medio de un amigo mutuo, Bill Fernandez.
En 1972 entra en la universidad Reed College de Portland (Oregón). Asiste a ella tan sólo 6 meses antes de abandonarla, debido al alto coste de sus estudios.27
En lugar de regresar a casa, continúa asistiendo a clases como oyente
unos 18 meses más, viviendo a base de trabajos con ingresos ínfimos.
Curiosamente, sus estudios en caligrafía le serían de utilidad cuando diseñara las tipografías del primer Mac.
Tras dos años fuera de casa, en otoño de 1974 regresa a California con el objetivo de realizar un retiro espiritual en la India y consigue un trabajo como técnico en la empresa fabricante de juegos de video Atari Inc..,donde colaboró en la creación del juego Breakout.
Steven Paul Jobs comenzó a mostrarse como líder desde aquel entonces: empujo el
desarrollo de los equipos Mac y entendió hacia donde debía ir el futuro.
Es decir, ya desde esta temprana etapa de la compañía, Steve Jobs se mostró como un gran líder y visionario, algo que, inesperadamente, tendría un impacto negativo.
Hacia 1978, Apple estaba expandiéndose y necesitaba de más personas,
de más profesionales capacitados que asuman diferentes roles para su
funcionamiento. A partir de este momento, se contrató personal y entre
estas personas es posible destacar a Mike Scott de National Semiconductors, quien asumió el rol de CEO en algunos de los años más difíciles de la empresa. Más tarde, en 1983, Steve convenció a John Sculley para que abandone Pepsi-Cola y se una a Apple.
Fundó NeXt Computer,después, en 1986, compró la división de gráficos por computadora de George Lucas. En
lo que sería un giro que cambiaría el mundo de la tecnología, luego de
vender NeXt, Jobs volvió a Apple para iniciar la carrera que lo
catapultó a convertirse en una de las mezclas que rara vez se ven en el
mundo: un innovador que además logró generar ingresos extraordinarios
para su empresa. Desde
su regreso, en 1996, Jobs emprendió una carrera que acercó a Apple al
público masivo de la mano de las iMacs (computadoras de colores con
carcasas transparentes, en 1998), los iPods (2001), el iPhone (2007), la
MacAir (notebook ultradelgada, en 2008) y la iPad (2010). Todos estos
productos revolucionaron el mercado y la manera en que el público masivo
veía a Apple. En todos, Jobs estuvo involucrado hasta en los más
mínimos detalles. Sus
presentaciones, con sus clásicos jeans, zapatillas New Balance y polera
negra, son la inspiración de miles de personas que se encuentran dando
charlas en este momento alrededor del mundo: el foco está en el mensaje y
en la manera de vender el producto, no en la vestimenta.
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